Desde luego que D.Pennac ha conseguido su objetivo, que no es otro que hablar de la escuela desde el punto de vista del mal estudiante y no como institución.
Por otra parte el libro me parece que transmite un mensaje de esperanza y de motivación para la vida. Ya sea en el ámbito escolar, deportivo, profesional, etc. te enseña que por muy negado que seas al principio, con interés y esfuerzo todo se puede conseguir... ¡ Un zoquete convertido en licenciado y escritor !
A continuación tenéis el párrafo del libro que destaqué en clase: "el niño cliente"
Entre los niños clientes
los hay que disponen de los medios de sus padres y los hay que no disponen de
ellos; los que compran y los que se las arreglan. En ambos casos, como el
dinero es pocas veces producto del trabajo personal, el joven adquisidor accede
a la propiedad sin contrapartida. Eso es el niño cliente: un niño que, en gran
cantidad de terrenos de consumo idénticos a los de sus padres o sus profesores
(ropa, alimento, telefonía, música, electrónica, locomoción, ocio...), accede
sin dar golpe a la propiedad privada. Al actuar así, desempeña el mismo papel
económico que los adultos que se encargan de su educación y su instrucción.
Constituye, como ellos, una parte enorme del mercado; como ellos, hace circular
las divisas (el hecho de que no sean suyas no es algo a tenerse en cuenta); sus
deseos, como los de sus padres, deben ser despertados y renovados
permanentemente para que la máquina siga funcionando. Desde este punto de
vista, es un personaje considerable: un cliente con todas las de la ley. Corno
los mayores.
Consumidor autónomo.
Desde sus primeros
deseos de niño.
Cuya satisfacción se
considera medida del amor que por él sienten.
Los adultos, aunque lo
rechacen, no pueden cambiar gran cosa; así es la sociedad mercantil: querer a
tu hijo (a ese niño tan deseado, entre nosotros, que su nacimiento abre en sus
padres una insondable deuda de amor) es querer sus deseos, que se expresan muy
pronto como necesidades vitales: necesidad de amor o deseo de objetos, da lo
mismo, puesto que la demostración de ese amor pasa por la compra de los objetos.
Para abordar el tema del niño cliente es necesario saber que viene relacionado por el sistema capitalista en el que vivimos: propiedad privada, acumulación del capital, libre competencia, individualismo económico, trabajo asalariado, interés personal...
La publicidad es, sin duda, otra causa del niño cliente. Esta busca promover la venta de bienes y servicios a toda costa, con constantes campañas publicitarias, a todas horas, en todas partes. Sabe muy bien a quién dirigirse y como dirigirse...Somos un blanco fácil, convirtiéndonos en consumidores mecánicos de productos que realmente no necesitamos.
Otro factor causante de estos niños cliente son los padres compradores de amor, los que sienten la necesidad de comprar caprichos a sus hijos para que tengan una vida mejor de la que ellos tuvieron, los que en muchas ocasiones compran regalos simplemente para calmar las rabietas de sus hijos, mal criándolos.
Estos son el blanco de una amplia gama de productos; los publicistas juegan con la vulnerabilidad de los niños por su falta de desarrollo. Son los consumidores del mañana, por tanto, desde pequeños se les quiere inducir al consumismo; sienten las mismas necesidades de compra que los adultos.
A demás, los juguetes de hoy en día se tratan de aparatos electrónicos, consolas, etc, que no estimulan la mente del niño, produciendo así consumidores sin cerebro.
Por tanto, mi pregunta abierta es: ¿ hay menos posibilidades de salvación para los zoquetes de hoy en día teniendo en cuenta todo lo anterior?
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